Viví casi 20 años pegado a un micrófono. Amando comunicar; queriendo contar historias a través de la radio. Eso me llevó a mi trabajo actual como técnico de Cultura. De vender noticias pasé a querer acercar el arte, en todas sus vertientes, a mis vecinos. Otros cuentan las historias que yo vendo, en este caso, a un público cada día más curioso y necesitado de vida: de teatro, de música, de danza…Ahora soy feliz cuando veo el teatro lleno. Muy feliz.